La habitación china
- mayo 26 2020
El objetivo de “La habitación china” es refutar que, aunque una máquina pueda llegar pasar el test de Turing, no quiere decir que tenga inteligencia, solamente la simula.
Supongamos que introducimos a alguien en una habitación, para que se comunique con otra persona que estará en el exterior. El principal obstáculo es que la persona situada fuera de la habitación solo domina un idioma: el chino. Además, para complicar más el experimento, el individuo en la habitación desconoce por completo ese lenguaje.
La misión de la persona dentro de la habitación es responder de forma coherente a los mensajes que reciba en la ventana de entrada.
Para ayudar a la persona de dentro a responder a los mensajes, en la habitación dispone de un amplio abanico de manuales. Una vez encuentre los signos en chino que recibe en el mensaje de entrada, el mismo manual le dará una respuesta (también en chino) que simplemente tendrá que calcar en un nuevo papel e introducirla en la ventana de salida y que la persona de fuera la pueda leer.
Al final del ejercicio, la persona que escribía los mensajes en chino pensará que mantuvo una conversación con otra persona que también dominaba su idioma, mientras que la persona de dentro de la habitación, simplemente habrá copiado una correlación de signos, que para él/ella no tendrá ningún sentido, simplemente habrá seguido las instrucciones del manual.
Ahora, imaginemos que, en lugar de una persona, en la habitación introducimos una máquina. El sistema también recibe una entrada de textos en chino, para después realizar un proceso interno (consultando una serie de manuales con reglas que le ayuden a relacionar los caracteres chinos de entrada con los que debe escribir en la salida) y, por lo tanto, será capaz de emitir respuesta de forma afín.
Una máquina de estas características podría pasar el test de Turing, ya que también sería capaz de convencer a un hablante chino que entiende su idioma.
Con el experimento de la habitación china, los que defienden una la “inteligencia artificial fuerte”, los que opinan que los programas de informáticos terminarán por no simplemente simular, pero también podrán comprender perfectamente el lenguaje natural y poseerán propiedades relacionadas con la mente humana, deberán de admitir que: o bien el sistema de la habitación china comprende el idioma chino, o bien que pasar el test de Turing no es prueba suficiente para reconocer que una máquina posee inteligencia.
¿Qué opina usted?
Forme parte de las empresas que ya utilizan la tecnología de DAIL Software